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MUERTE EN SANTA RITA
EAN 9788418417498
Páginas 484
Referencia 9290020212
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HAY UN LUGAR EN EL QUE RESIDEN SECRETOS ESCONDIDOS A LO LARGO DE VARIAS DÉCADAS.
BIENVENIDOS A SANTA RITA. UN NOIR MEDITERRÁNEO DE ELIA BARCELÓ.
Estamos en Santa Rita, un antiguo balneario, que luego fue sanatorio y ahora es la casa de una escri... Seguir leyendo
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HAY UN LUGAR EN EL QUE RESIDEN SECRETOS ESCONDIDOS A LO LARGO DE VARIAS DÉCADAS.
BIENVENIDOS A SANTA RITA. UN NOIR MEDITERRÁNEO DE ELIA BARCELÓ.
Estamos en Santa Rita, un antiguo balneario, que luego fue sanatorio y ahora es la casa de una escritora anciana, Sofía, (que escribe novelas de misterio con un pseudónimo y novela rosa con otro), donde viven unas cuarenta personas de todas las edades apoyándose unos a otros y trabajando juntos, en un concepto de "comunidad cordial" transgeneracional.
La protagonista, Greta, sobrina y traductora de Sofía, llega para quedarse una temporada y, a través de ella, vamos conociendo a los personajes de la historia: Candy, secretaria y mano derecha de Sofía; Robles, comisario de policía retirado; Nel y su grupo, estudiantes universitarios; Miguel, profesor de matemáticas ciego; Reme, madre de una mujer maltratada...
La llegada de un viejo conocido de Sofía con planes propios para el futuro de la comunidad creará los primeros problemas. Pocos días después de haber vuelto, el hombre aparece muerto en la alberca de riego. ¿Accidente o asesinato? De hecho, casi todos los habitantes de Santa Rita han tenido ocasión y no les habrían faltado ganas de hacer desaparecer a Moncho Riquelme.
Greta y Robles se involucrarán en la investigación y, sin pretenderlo, irán desvelando más secretos y descubriendo más misterios de lo que pensaban.
«¿Y si de verdad había sido asesinato? ¿Quién, en Santa Rita, sería capaz de matar? Y ¿por qué? ¿A quién podía beneficiar la muerte de aquel payaso? A todos, claro, ese era el problema: que, exceptuando a Sofía, desde el punto de vista de los habitantes de Santa Rita, hombres y mujeres, viejos y jóvenes, como mejor estaba Moncho era justo como estaba ahora: muerto.»